Etapas de la filosofía medieval

La filosofía medieval se puede dividir en dos grandes etapas: la patrística y la escolástica.
La patrística, que se desarrolla aproximadamente entre el siglo II y el V, se caracteriza por la integración del pensamiento filosófico con el dogma cristiano. Filósofos como San Agustín reinterpretaron las ideas de Platón a la luz de la fe cristiana, estableciendo una conexión entre la razón y la revelación. Este período se enfoca en cuestiones como la naturaleza de Dios, la moral y la relación entre la fe y la razón, en un esfuerzo por reconciliar la filosofía clásica con la nueva visión cristiana del mundo
La escolástica, que florece entre los siglos XI y XIV, surge con la creación de las universidades y busca sistematizar el conocimiento a través de la lógica y la razón, integrando la filosofía clásica, especialmente la de Aristóteles, con la teología cristiana. Este período se caracteriza por su metodología analítica y debate riguroso, con figuras destacadas como Santo Tomás de Aquino, quien intentó armonizar la fe y la razón en su obra "Suma Teológica". La escolástica aborda temas fundamentales como la existencia de Dios, la naturaleza del alma y la moralidad, dejando un legado perdurable en la filosofía y teología occidental